En México, 8.6 millones de personas mayores de 20 años viven con diabetes, así como ocho de cada 10 personas viven con sobrepeso y obesidad.
En México, 56,757 personas han muerto a causa de COVID-19, de las cuales, el 38.05 por ciento (21 mil 596) tenía diabetes y el 24.52 por ciento (13 mil 917) obesidad.
A nivel mundial, dependiendo de la región, se estima que entre un 20 y 50 por ciento de personas con complicaciones severas por COVID-19 tenía diabetes, siendo esta la comorbilidad con mayor frecuencia asociada al nuevo coronavirus (Bornstein, S, et al. 2020).
Lo anterior evidencia que, en todo el mundo, ya vivíamos una pandemia de enfermedades no transmisibles (ENT), principalmente, diabetes, sobrepeso y obesidad. Tan solo en México, el 10.3 por ciento (8.6 millones) de la población mayor de 20 años vive con diabetes, y el 75.2 por ciento presentan sobrepeso y obesidad. Dichas condiciones patológicas representan un problema de salud pública y uno de los principales retos del Sistema Nacional de Salud (ENSANUT, 2018).
En nuestro país, la alta prevalencia e incidencia de estas ENT, en la población adulta, aumenta la probabilidad de progresión y gravedad de la enfermedad al contagiarse de COVID-19. En recientes estudios, se ha demostrado que las personas con diabetes tienen una mayor probabilidad de sufrir complicaciones graves y un mal pronóstico, debido al descontrol metabólico y al daño per se de la infección por COVID-19 (Guo, W, et al. 2020).
En relación al descontrol metabólico en México, el 68.2 por ciento de personas con diabetes no tienen un control de su enfermedad, lo cual se traduce en una afectación gradual y en el desarrollo de complicaciones que deterioran su salud (Basto-Abreu A, et al. 2020).
A partir del panorama epidemiológico presentado sobre la diabetes y la obesidad, así como por sus implicaciones clínicas y de riesgo ante la infección por COVID19, es importante iniciar con un proceso de evaluación de los programas y acciones de política pública que atienden el problema de salud pública vinculado con estas enfermedades, con el propósito de valorar la prevención y control en el contexto actual de contingencia sanitaria por COVID-19.
Pero, ¿por qué es importante la evaluación de los programas para la prevención y el control del sobrepeso, obesidad y diabetes ante el COVID-19? Por dos razones básicas, 1) permite contar con información de calidad sobre el desempeño de los programas y 2) ayuda a fortalecer las acciones de intervención en el contexto actual.
El caso del Programa para la Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes – Pp 12U008
El programa es operado por las redes estatales de la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE). Este tiene como propósito contribuir al bienestar social, mediante el control y tratamiento oportuno del sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
El programa forma parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes en México, la cual fue reestructurada en el año 2019, con base en la integración de acciones de promoción de la salud e indicadores tanto de desempeño como de impacto, entre otras.
Ahora, considerando la operación actual del programa en el contexto que estamos viviendo, se propone a la evaluación como un instrumento de medición para mejorar aspectos del mismo, particularmente, a través de una Evaluación de Procesos.
La Evaluación de Procesos tiene como objetivo analizar los procedimientos del programa para mejorar su gestión operativa y su diseño, a través del análisis de lo siguientes componentes (CONEVAL, 2020):
- Estructura orgánica de la entidad que opera el programa
- Funcionamiento del macroproceso, procesos y subprocesos
- Marco normativo
- Fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas
En este momento, la Evaluación de Procesos brindaría información actual y provechosa para generar estrategias, con fines de mejorar la efectividad en la prevención y control de la obesidad, el sobrepeso y la diabetes.
En adición a lo anterior, para fortalecer las acciones de intervención de los programas, se requiere evaluar la implementación de mecanismos de comunicación, mediante tecnologías y dispositivos móviles que busquen mantener el contacto activo entre los pacientes y el personal de medicina.
El contacto por medio de tecnologías como la telemedicina acercará a los pacientes con diabetes y obesidad a los servicios de salud durante la contingencia; y permitirá el monitoreo y evaluación a través de indicadores relacionados con el control metabólico y el apego farmacológico de los pacientes.
La vigilancia epidemiológica y clínica de los pacientes requiere tomar decisiones basadas en procesos de evaluación. Con la información desprendida de estas se pueden mejorar los programas y, principalmente, robustecer el proceso de control y tratamiento de dichas enfermedades durante la contingencia.
Un paciente bajo control metabólico tiene menor riesgo de presentar complicaciones graves ante el contagio por el COVID-19, lo cual se traduce en menos ocupación hospitalaria y menos decesos a causa de estas enfermedades pandémicas.
Referencias
- Bornstein, s. Rubino, F. Khunti, K. Mingrone, G. Hopkins, D. Birkenfeldn, A. et al. (2020). Practical recommendations for the management of diabetes in patients with COVID-19. The Lancet, 8(6), 546-550.
- CONEVAL (12 de mayo 2020). Evaluación de Procesos. Disponible en: https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/MDE/Paginas/Evaluacion_Procesos.aspx
- Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018). Presentación de Resultados. Disponible en: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/doctos/informes/ensanut_2018_presentacion_resultados.pdf
- Guo, W. Li, M. Dong, Y. Zhou, H. Zhang, Z. Tian, C. et al. (2020). Diabetes is a risk factor for the progression and prognosis of COVID-19. Diabetes Metab Res Rev e3319. https://doi. org/10.1002/dmrr.3319
