En este artículo te responderé una pregunta: ¿por qué todas las personas deben saber de política pública? La respuesta formal y técnica es porque las políticas públicas son detonadoras del bienestar social, se traducen en desarrollo y contribuyen a la democracia. Sin embargo, quiero ofrecerte una respuesta más práctica.

Empecemos por el principio, ¿qué son las políticas públicas? Pareciera algo tan sencillo de explicar, sin embargo, la mayoría de las veces se presenta una respuesta abstracta, un concepto poco común en la vida diaria. En contadas ocasiones he conocido a alguien que hable de políticas públicas de forma sencilla, sin tanto adorno, de manera que cualquiera pueda entender.

Mi promesa para ti es que al finalizar este artículo tendrás claridad de qué son y para qué sirven las políticas públicas, pero sobre todo cuál es su importancia real y cómo se refleja en tu vida.

Las políticas públicas, de acuerdo con la definición de Julio Franco Corzo en su libro, Diseño de Políticas Públicas, son:

“acciones que toma el gobierno con objetivos de interés público que surgen de decisiones sustentadas en un proceso diagnóstico y análisis de factibilidad, para la atención efectiva de problemas públicos específicos, en donde participa la ciudadanía en la definición de problemas y soluciones (Franco Corzo, 2020, pág. 82).»

Las políticas públicas pueden tener diferentes formas de acuerdo a las agendas de los gobiernos, puede ser las flechas con las cuales los servidores públicos intentan aniquilar los problemas públicos; también pueden ser las escaleras o bancos que permiten nivelar las desigualdades sociales; o pueden ser las soluciones a través de las cuales se da respuesta a las demandas sociales. De aquí que se diga que las políticas públicas generan bienestar social.

Sin embargo, no todas las acciones que emprende el gobierno son políticas públicas. Si eres un servidor público, político, estudiante o simplemente quieres aprender a diseñar proyectos viables, te presento cuatro lentes a través de los cuales vas a poder distinguir entre lo que son y lo que no son políticas públicas.

Las políticas públicas:

1. Buscan resolver problemas públicos, es decir, son de interés público.
2. Son resultado de una investigación, o evaluación ex-ante, que implica el uso de un método para asegurar que la decisión tomada sea la mejor alternativa para resolver el problema. Es decir, son racionales.
3. Son tiros de precisión dirigidos a solucionar las principales causas del problema, con el mejor uso posible de los recursos. Esto se traduce en que son efectivas.
4. Cuentan con la participación de la ciudadanía en la definición de problemas y soluciones, especialmente de los afectados, ya que esto otorga legitimidad al proceso, al ser copartícipe en la solución de los problemas públicos. Lo anterior significa que son incluyentes.

De forma sencilla, las políticas públicas son las acciones de gobierno que cumplen con cuatro supuestos: interés público, racionalidad, efectividad e inclusión. Ahora te preguntarás ¿para qué sirven las políticas públicas?, la respuesta es sencilla: para materializar el bienestar de los ciudadanos.

El fin que persigue la política pública es mejorar la calidad institucional y técnica de la decisión pública, de manera que presente resultados beneficiosos y efectivos. En palabras de Mancur Olson, cuando uno se pregunta: ¿por qué algunas naciones son ricas mientras otras son pobres? La idea clave es que las naciones producen dentro de sus fronteras no aquello que la dotación de recursos permite, sino aquello que las instituciones y las políticas públicas permiten. De aquí la relevancia central de las mismas.

Ahora te preguntarás, y yo por qué necesito saber de políticas públicas. Porque las decisiones gubernamentales impactan tu vida. Te invito a descubrir que toda tu vida, consciente o inconscientemente, está influenciada por las políticas públicas. Permíteme ilustrar lo anterior con una anécdota.

Hace algún tiempo estaba en Evaluare en lo que podría definirse como un día normal de trabajo, cuando los consultores iniciaron una acalorada discusión respecto a la miscelánea fiscal, específicamente respecto al tema de impuestos. Cuando requirieron la opinión de una joven que recién se había incorporado al equipo comercial, les sorprendió mucho su afirmación:

• Yo no pago impuestos, entonces no puedo opinar nada al respecto.

Como pocas veces sucede con el grupo de consultores, se hizo un silencio sepulcral. Los consultores intercambiaban miradas atónitas y recuerdo que, en aquella ocasión, el director general decidió responder con el siguiente argumento:

• Todos pagamos impuestos. Si alguna vez has comprado algo, aunque no te des cuenta, estás pagando impuestos. Cuando recibes tu nómina, cuando compras medicinas, cuando compras comida chatarra, cuando viajas, si tienes coche, y así podría enumerarte una lista gigante.

La conversación continuó en cómo y porqué pagaba impuestos. Ella se quedó muy sorprendida. En realidad, nunca había hecho conciencia de cómo las decisiones que se toman en “San Lázaro” con respecto a la miscelánea fiscal impactan su vida y su bolsillo. Desde ese día, como suele pasar a quienes ingresan al equipo de Evaluare, se enamoró de las políticas públicas.

Esta historia es un símil, que ilustra como las políticas públicas tienen repercusiones en la vida de todos. Desde el cobro de impuestos, la pensión para el retiro, el acceso a los servicios de salud y educación, incluso en la regulación de tus libertades, si pensamos en temas sensibles como el matrimonio igualitario y el aborto. Ahora, ya lo sabes. Las políticas públicas son los instrumentos que nos ayudan a forjar la realidad del país en el que queremos vivir y nos competen a todos.

Referencias

Franco Corzo, J. (2020). Diseño de Políticas Públicas (Cuarta ed.). Puebla, Puebla, México: IEXE Editorial